No me da vergüenza mi barra
Todos sabemos lo que pasó el viernes durante el partido entre la Universidad de Chile e Iquique. No dejo de estar sorprendido, y más que todo, realmente enojado con lo que está pasando. No puedo creer que algunos que se dicen “hinchas” estén haciendo esto, y reclamando de maneras totalmente repudiables.
Además, esto hace que paguemos justos por pocos pecadores. Simplemente, no es justo.
Hay los unos que dicen amar al bulla, y para demostrar que así lo hacen se abonan al club, y van religiosamente todas las semanas a cantar y alentar. Hay los otros que creen que pueden manejar el andar del fútbol, los precios de las entradas y demases, y más encima, poniendo en peligro lo mismo que dicen amar. Incluso no basta con lanzar bengalas o fuegos artificiales a la cancha, “para que Azul Azul los escuche”, sino que también respaldan sus intenciones por medio de amedrentamientos y amenazas contra los dirigentes que lo que buscan es llevar al club a lo más alto.
Antes, cuando el club no era S.A., yo pregunto: ¿dónde llegamos como equipo? No digo que las cosas se hayan hecho mal, y menos que no hayan cosas que se hicieron bien. Lo que digo es que ahora, como les pega en el bolsillo a la S.A., hacen las cosas en serio. El CDA es admirado en toda sudamérica, y es una herramienta que tuvieron nuestros jugadores para que se coronaran en el continente, y es una de las formas y medios que tuvo el club para obtener resultados asociados con un trabajo serio.
Basta que aparezca una tropa de vagos que pretenden que pueden manejar el fútbol a su antojo, que pueden exigir cosas. No, señor. ¿Acaso si uno va al supermercado y encuentra el pan caro, ahora tira una bengala para reclamar y además amenaza a los dueños del mismo? Durante el año pasado, me cuesta encontrar partido donde no haya habido una alta cantidad de público, “porque las entradas estaban caras”. Aparte, son más caras cuando se juega en estadio más chico, y listo.
No me da vergüenza mi barra, porque no son ellos los que causaron que ahora todos hablen de lo que fue ese partido.
No me da vergüenza mi barra, porque son ellos los que sí sienten el amor por esta camiseta, y así lo demuestran en el apoyo incondicional.
No me da vergüenza mi barra, porque sé que ellos sólo cantan para expresar lo que llevan en el corazón, y para mostrarle al mundo que sólo quieren ver al bulla en lo más alto del fútbol.
No me da vergüenza mi barra, porque sé que soy parte del grupo que lo único que espera es que este equipo lo deje todo en la cancha, y que nos llene de emociones que nadie más puede sentir.
Sólo me da vergüenza que hay algunos que creen que son hinchas del equipo más hermoso del mundo, pero con sus acciones están diciendo que son sólo unos mafiosos y delincuentes. Hay que extirpar este cáncer, hay que eliminar a este gente de los estadios, porque de eso se trata el fútbol, y de eso se trata la fiesta del estadio: ir a disfrutar, sentir y gritar por tus colores.
Felipe Zuñiga
@fazuniga_

Escrito porEquipo de Tapadón